BIENVENIDA

  Bienvenid@ a nuestro blog.       Vivimos en una Comunidad, la Andaluza, con una amplísimo y rico patrimonio, tanto cultural como  natu...

viernes, 21 de marzo de 2025

BIENVENIDA

 Bienvenid@ a nuestro blog.

     Vivimos en una Comunidad, la Andaluza, con una amplísimo y rico patrimonio, tanto cultural como  natural.

    Una tierra habitada desde tiempos ancestrales, cuyos pobladores nos han ido legando su arte en las diferentes formas: arquitectura, música, escultura, pintura… Incluso sus usos y costumbres, bastantes de los cuales aún mantenemos en la sociedad actual.

    Por otra parte, la geografía, sometida a las inclemencias climatológicas desde hace millones de años, ha sufrido constantes cambios. Estas lentas modificaciones han modelado maravillosos paisajes que podemos admirar hoy en día.

    Desde este rincón del Valle de Lecrín, queremos ir descubriendo toda esta riqueza y compartirla con todas aquellas personas que se acerquen a nuestro blog.

    El objetivo es darlos a conocer y quizás, crear la motivación suficiente como para que los lectores deseen ir descubriéndolos a través de visitas presenciales.

    Todas las personas que lo construimos y mantenemos, esperamos que os resulte atractivo y de utilidad.

Pepi Hoces

LA FIESTA DE LOS HORNAZOS EN DÚRCAL

 



LOS HORNAZOS EN DÚRCAL

Cuando pasa la Semana Santa y más concretamente el Domingo de Resurrección y el lunes de Pascua, se celebra en Dúrcal “la fiesta de los Hornazos”. Una tradición ancestral que año tras año reúne a familia y amigos en torno a un panecillo de aceite, con un huevo duro de gallina en el centro. Para seguir la tradición, dicho huevo ha de romperse, a media tarde, en la cabeza del más despistado, para desearle salud, dinero y amor.
Hasta hace algunos años el primer día se celebraba en la barriada de Marchena. A ese lugar había que ir burro, en coche, caminando o en el tranvía.
Allí, jóvenes y mayores se repartían entre “El Trance Alto” y “Los Hinatares”, lugares donde entre risas, bromas y juegos se pasaba el día y se degustaban varios platos, tales como choto al ajillo, chuletas, ensalada de pimientos o el típico remojón de naranja. Todo ello regado con un buen vino, mosto de la zona o con la gaseosa que se elaboraba, junto al puente de Isabel II de Dúrcal, por los hermanos Ferrer.Después se jugaba, y aún se sigue jugando, a las cartas, hasta que llegaba la tarde.
A esa hora, y con la intención de no parar de comer, se sacaban y se sacan las tripas de salchichón, la morcilla seca y el chocolate. Tras la degustación de estos alimentos, se continuaba con la merienda del célebre hornazo. Dicho manjar está elaborado con harina, levadura, sal y un huevo duro en el centro. También era tradición, y continúa siéndolo, comer uvas pasas. Antiguamente los hornazos se hacían en las panaderías del pueblo, como la de Virtudes, Mª Luisa, Pescao, Florinda etc. Allí las mujeres iban a prepararlo, llevando ellas su propio aceite de oliva. Dicha costumbre ya se va perdiendo. Ahora, por el contrario, se compran hechos en las distintas panaderías del pueblo.

También se ha abandonado la costumbre de ir a Marchena el primer día. Actualmente la gente se reúne en cortijos. Los que no tienen van a pasarlo al río, que era donde se iba antiguamente el segundo día.

Aunque ya no era fiesta local, hace algunas décadas, los niños y niñas también iban el martes a comer el hornazo. Se reunían en grupos por la tarde, después de la escuela, y se iban a “las Eras de Balina”, “La Graja” y “Almocita”.

Esta fiesta se sigue celebrando, a pesar de que puedan darse inclemencias meteorológicas. Llueva o truene, el hornazo se come, bien sea en cortijo, campo o casa. Son momentos para el reencuentro y para la convivencia entre familias y amigos. Aquellos durqueños que viven lejos, tienen la excusa perfecta para volver por unos días a su pueblo.



                                                                                                                        Pepi Hoces

martes, 18 de marzo de 2025

LA LUZ DE LA RAMBLA, LEYENDA DE ALBUÑUELAS

 LA LUZ DE LA RAMBLA

La famosa historia de la Luz de La Rambla, un sello que caracteriza a nuestro pueblo sin duda y que nos contaban nuestros abuelos y generaciones más antiguas y que todos los vecinos conocemos.

¿Mito o realidad? Aun es una incógnita hoy en día, ya que hay gente que a día de hoy afirma haberla visto.

Hablan de una luz redonda y muy luminosa que al anochecer o de madrugada aparecía y acompañaba a los caminantes, no a todos se les aparecía, de hecho a veces iban varios y unos la podían ver y otros estando juntos no la veían, contaban que bajaba con ellos al pueblo hasta el molino en la entrada; luego se volvía sola a la sierra.

De hecho hay una cruz de hierro (La cruz chiquita) en el camino con flores donde decían se encontraba enterrado un cura. Historias que hacen un misterio su carril que encrespa la piel cuando por él se pasa de noche.

LA CRUZ CHIQUITA

Hay muchas historias contadas por vecinos de nuestro pueblo, aquí dejo alguna de ellas:
 
Pilar Castillo, que tiene fama de ser seria, formal y trabajadora, dice que desde que hace quince años posee una imagen del Corazón de Jesús de un metro de altura y le coloca flores y luminarias, «me encuentro más tranquila y protegida cuando paso por la Rambla. Desde entonces he perdido el miedo cuando atravieso por ese lugar que a muchos le asusta».
 
Las personas que han visto el haz luminoso admiten que pasaron un «miedo de espanto». Y aunque la mayoría de los vecinos se muestran recelosos a la hora de contar cosas sobre 'La luz de la Rambla', existen varias personas que manifiestan que hace años, a la hija de Antonio Warinot, la luz se le apareció.

La niña la traían sus padres de la sierra, donde labraban una finca, metida en el serón de la mula. La mujer iba detrás de la bestia y su marido delante con el cabestro en mano. Al pasar por la Cueva del Pan, la niña dijo a sus padres que veía una luz en las adelfas. La niña veía la luz pero sus padres no vieron nada.

Cuentan, también, que a un hombre que iba por la Rambla en su mulo se le apareció de repente otro muy alto, vestido de negro. La bestia se paró del susto y el hombre, lleno de pánico, comenzó a blasfemar para intentar asustarlo. «Y lo consiguió, aunque aquel ser no era de este mundo».

Un anciano de Abuñuelas cree que la 'Luz de la Rambla' «puede pertenecer a espíritus de las personas que murieron de hambre en este lugar durante la Guerra Civil» aunque, otros, en cambio, creen que el fenómeno custodia un gran tesoro de oro cerca de la 'Olla del Frailón'.

'La luz de la Rambla' se le ha aparecido también a varias familias de Jayena que prefieren permanecer en el anonimato.

 Yolanda Moreno Villoslada

El lenguaje de las ramas.

 El lenguaje de las ramas.

En Dúrcal, en la noche del sábado Gloria, existe todavía una tradición en la que los mozos manifiestan sus sentimientos hacia su amada o amiga, colgando ramas de diferentes plantas en balcones o puertas. Cada planta tiene un mensaje que el enamorado le pone para expresar lo que siente:

-Azahar que me quiero casar.

- Cerezo me debes un beso.

- Laurel que te quiero ver.

- Olivo te olvidó.

- Higuera te quedas soltera.

-Sarmiento me arrepiento…

Y muchas más que han añadido en los últimos tiempos.

Este lenguaje de las ramas, era esperado por las chicas como agua de mayo, aunque también era temido, por qué era un misterio la rama que podías encontrar en tu puerta, a veces buena y otras no tan buena. Los padres también se lo tomaban con buen humor y cuando las ramas venían acompañadas con unas serenatas dedicadas a su enamorada, invitaban a los pretendientes a dulces y licores. Por el contrario otros padres madrugaban y si veían que la rama no significaba nada bueno, la hacían desaparecer para que su hija no sufriera y evitar los chismes de los vecinos. Pero si el significado era bueno, se podía tirar perfectamente una semana en la ventana o la puerta de la casa.

Una tradición muy curiosa a la vez que bonita, donde las ramas con su lenguaje secreto, dicen (lo que el enamorado o no tanto.. ) expresan lo que no se atreve a decir con palabras.


Estrella Rios.


VIDEO VISITA A LA CARTUJA

Vintage History Documentary Intro Opening Video de María Moreno, Pepi Hoces y María de Haro

domingo, 16 de marzo de 2025

LO QUE FUÉ EL PALACIO DE DÚRCAL

           EL PALACIO DE DÚRCAL

Palacete construido por el   primer Marqués  Márgena a mediados del siglo XIX. Era de estilo romántico  como el del Carmen de los Mártires en Granada, aunque había una mezcla de este estilo con elementos del clasicismo
griego y romano, una característica de la burguesía de ese siglo que intentaban emular y aparentar con sus títulos nobiliarios a la nobleza antigua.

El edificio estaba situado en el centro del pueblo y rodeado de bellos jardines  cubiertos de fuentes, columnas y estatuas de gran majestuosidad. Una gran piscina con una cueva que servía de vestuario para utilizarla y en un lateral las cuadras y cocheras para los coches de la época.

Alrededor de los jardines había una frondosa vega perteneciente a la finca que convertían el conjunto en un añorado conjunto artístico y a la vez ecológico.

Al morir el II Marqués de Márgena , Nicolás Bonel y Guzmán, que murió en Dúrcal sin  sucesión, en 1.894 el palacio pasó  a manos de la familia Echevarría poco después.

El Rey Alfonso XII pasó por el palacio en diferentes ocasiones, una de ellas el 13 de Enero de 1.885 cuando a raíz de los terremotos acaecidos en la zona a finales de 1.884 vino a interesarse por las victimas. De este hecho queda constancia en una placa conmemorativa.

EL 15 de agosto de 1.968 Rocío Dúrcal, cuando ya era famosa, fue  nombrada hija adoptiva del municipio y actuó en los jardines del Palacio dando un concierto. El público situado dentro de la  piscina y ella en la parte de arriba. Hubo algunos conciertos más y hasta un festival de flamenco en dicho recinto.

En la década de los 80 tenemos la desgracia  la generación de entonces de ser los que terminaron con esta obra de arte. El empuje especulativo de la construcción y la poca decisión de las autoridades y los vecinos dejaron que se destruyese para construir edificios y así pisos y bajos comerciales pasan a ocupar y sustituir jardines, fuentes y estatuas de tan hermoso lugar.

Los que tuvimos la suerte de visitarlo antes de su destrucción aún conservamos en nuestra retina los vestigios  de su belleza y sentimos una añoranza que duele por su perdida. 

Concha Valero 

  






 

 

 

martes, 11 de marzo de 2025

MONASTERIO DE LA CARTUJA



A primeros del siglo XV los monjes Cartujanos decidieron ampliar su orden y entre 1504 y 1506 se deciden en hacer un convento en Granada. Escogen Granada por varias razones, primero que era una ciudad emergente al hacer poco tiempo que fue conquistada, y que Don Gonzalo Fernández de Córdoba, les daba los terrenos y correría con los gastos de la construcción del monasterio, con la única condición que tenían que hacer una capilla donde descansarían sus restos y la de toda su familia.

El lugar elegido por el Gran Capitán, eran unas tierras que los Reyes Católicos le habían concedido por su participación en la guerra de Granada, en esas tierras cercanas a Granada en una inclusión nocturna, fueron sorprendidos por tropas moras y casi pierde la vida, gracias a que un servidor se interpuso a la lanza que le lanzaron. Por eso él consideraba ese lugar como el que volvió a nacer, y él quería que en ese lugar se construyera el monasterio y su lugar de descanso eterno.

Pero a los monjes no les parecía el sitio más apropiado por su lejanía de la ciudad, y el difícil acceso para acarrear materiales, por eso decidieron construirlo más cerca de la ciudad fuera de sus tierras, donde actualmente está.  Don Gonzalo Fernández de Córdoba se enfadó por su decisión, retirándose del proyecto.

El monasterio se empezó a construir en 1506 y era mucho más grande de como es en la actualidad.
Según se ve en la maqueta que hay en su interior, al lado izquierdo de la entrada estaba el pabellón de los monjes legos, que eran aquellos que aunque no llevaban el hábito monásticos completo vivían una vida religiosa y estaba dedicado a la oración y el trabajo, pero no eran sacerdotes. Y dentro en el claustro (que ya no existe) estaban las celdas de los 26 frailes curas, cada uno tenía pegada a su celda un huerto según se ve en la maqueta donde trabajaban en soledad y silencio, cultivando las verduras que servían para su alimentación que consistía en verduras pan y pescado. Toda la semana vivían aislados y tenían la obligación de celebrar una misa diaria solos, y los domingos se hacía reunión de frailes y legos, comían juntos y si alguien necesitaba algo se lo decía al de su lado y este era el que podía pedirlo. 


Una vez que entras en el recinto nos encontramos con una gran explanada y antes de subir las escaleras pasamos por un empedrado de varias figuras  entre ellas el escudo de Carlos V, este se cree que es el primer empedrado de Granada.

Al entrar en el monasterio nos encontramos con un gran patio interior,
plantado de arrayanes naranjos y una fuente central rodeada de soportales con columnas de mármol que dan acceso a las diferentes estancias. 

Entrando a la izquierda nos encontramos cuatro celdas capillas que eran de los cuatro frailes que supervisan las obras del monasterio. En la sala Capítulo de Monjes que nos la encontramos a continuación, es una sala renacentista donde se reunían los padres monjes, en el centro de la sala hay una estatua de San Bruno (fundador de la orden) de José Mora y a su lado la virgen del Rosario

 talla de José Ruiseño que está hecha de madera por un escultor que trabajaba el mármol y el barro, y en el otro lado tenemos un Ecce Homo en terracota del siglo XVI de los hermanos García. En el lado opuesto está la maqueta del convento de cómo estaba en su inicios y un cuadro de Vicente Carducho que representa una cruz se inclina al paso de un monje, y al lado está la Virgen dándole las gracias al monje por mantener la tradición de inclinar la cabeza cada vez que pasa por un cristo crucificado.

Al lado se encuentra la sala Capítulo de Legos donde se reunían los monjes Legos.

Se continua por la galería del patio y llegamos a la sala de Profundis esta sala era utilizada para oraciones y ceremonias religiosas dedicadas a los monjes fallecidos. En la sala hay un enterramiento que se cree que es de un caballero 24 que puede ser el que financió parte de la obra del monasterio. Ahí apreciamos el cuadro de Fray Juan Sánchez Cotán, de este fraile hay muchas pinturas en el monasterio la obra que cubre toda la pared es un Trampantojo como si fuera el presbiterio del altar

(el Trampantojo es una técnica artística que busca crear una ilusión óptica haciendo que algo plano parezca tridimensional y real.

Desde aquí pasamos al refectorio que es donde los monjes se reunían a comer está rodeado de cuadros y preside la sala un gran cuadro representando la Santa Cena y una cruz pintada con la técnica Trampantojo, pintados por fray Juan Sánchez Cotán.

De vuelta otra vez al corredor del patio por una puerta lateral se accede a la iglesia del monasterio de estilo gótico, donde quedamos impresionados por las maravillas artísticas que nuestro guía Isaac nos estuvo explicando con todo lujo de detalles.

 La iglesia está dividida en tres zonas, la primera para el pueblo separada por una gran reja, la segunda para los monjes legos que se separa de los monjes con dos altares y una gran puerta de taracea que se atribuye a José de Bada, que destacan por su riqueza decorativa. El presbiterio es una de las partes más impresionantes de la iglesia, y da paso al sagrario. Esta obra la empezó el fraile cartujo Fray Juan de la Asunción que era más decorador que constructor y presentaba poca estabilidad, por eso llamaron al maestro de obra Francisco Hurtado Izquierdo.
La Sacristía presenta ciertos interrogantes respecto a su autoría. Su construcción se inició en 1732, probablemente sobre un proyecto de Hurtado Izquierdo. Se baraja el nombre de José de Bada arquitecto granadino continuador de la empresa comenzada por el arquitecto cordobés, mármoles, estuco, carpintería de taracea y pintura unidos por medio de la luz, se considera una de las sacristías más bonitas del mundo.
                     Francisco Garzón      

jueves, 6 de marzo de 2025

LA FIESTA DE LA MATANZA

 Con sólo escuchar la palabra Matanza me traslado, mentalmente, a la década de los 60-70, cuando yo era una niña y María “la de la cal”, celebraba la fiesta de la Matanza. Utilizo el término fiesta porque ese par de días que duraba, todos y todas las vecinas éramos invitados a participar en ese ritual, donde poníamos a prueba los cinco sentidos.

Llegaba el “matarife”, que era el hombre que se dedicaba a quitar la vida al cerdo, animal que previamente ya estaba atado y preparado en un banco de madera.

El cerdo, como adivinando su futuro inmediato, iniciaba sus estridentes lamentos, nada más verse con las cuerdas alrededor de sus patas. Algunos niños, como hipnotizados, miraban la sangre cayendo en un barreño, donde una mujer la batía con fuerza. El objetivo de este batimento era que no se cuajara, puesto que con ella se harían las morcillas. Cuando dejábamos de escuchar esos terribles quejidos del animal sabíamos que ya estaba muerto. Inmediatamente después entraba en juego el olfato. En primer lugar, los hombres se situaban alrededor del cerdo, armados con manojos 
de esparto encendidos. Se trataba de quemar los gruesos y resistentes pelos del gorrino. Nos llegaba un fuerte olor, bastante desagradable, la verdad. Posteriormente se le echaba agua hirviendo por encima de la piel, para ser raspada con unas grandes cuchillas por un par de hombres. Se trataba de dejarla limpia completamente de impurezas y pelos. A continuación, los niños más osados, veíamos como se le desgarraba en vertical, de arriba abajo. El mismo matarife quitaba la grasa, vísceras e intestinos y con una cuerda gruesa lo ataban a una viga. Esa imagen, para mí, se asemejaba un crucificado boca abajo. Allí lo dejaban hasta el día siguiente, con el fin de que perdiera el resto de la sangre y se enfriaran las carnes.

Ese primer día, con la asadura del animal, se hacían las “patatas aliñás”, que se ofrecían a todas aquellas personas que habían participado en el sacrificio. A la mañana del día siguiente acudíamos a seguir disfrutando de esa hermandad que se creaba en la calle. El entorno ya estaba inundado de olores ya que, nada más amanecer, se había encendido una lumbre en la chimenea y sobre ella se encontraba un gran caldero lleno de cebollas con el fin de cocerlas y ser utilizadas posteriormente como uno de los ingredientes de las morcillas. Las mujeres eran las encargadas de lavar y cortar aquellas tripas que anteriormente habían sido los intestinos del cochino. Dichas tripas se rellenaban con la correspondiente masa para fabricar morcillas, longanizas, salchichones etc.…Era un ir y venir frenético de mujeres y hombres, donde cada uno sabía su cometido. Los hombres iban despedazando el cerdo. Mientras, las mujeres, con una máquina que funcionaba con una manivela girada a mano y cuchillas, iban picando las carnes y aliñándolas según el embutido que se fuese a hacer en ese momento.

Una vez aliñada se cambiaba el mecanismo interior de dicha máquina para que, en lugar de picar, fuese llevando la carne hasta las tripas, previamente metidas por uno de sus extremos, en una especie de embudo que se acoplaban a la máquina. Según el tipo de embutido que se quería hacer, así era el embudo que se colocaba. Sin duda alguna, era éste el mejor momento de la matanza para los niños, puesto que todos, colocados en fila delante de la chimenea, esperábamos que nos diesen una chicharra, que era como llamábamos a esa especie de hamburguesa de carne de longaniza, sin introducir aún en tripa alguna, asada en las ascuas. Efectivamente, un manjar para nuestro paladar. Y un privilegio también, puesto que éramos los primeros en probar lo que más tarde serían los embutidos. Una vez despiezado el cerdo, como ya he mencionado antes, las piezas de tocino, paletillas, jamones y lomos se salaban o adobaban para su conservación. Igual proceso se hacía con las costillas, columna, cabeza y patas. En los tiempos de los que hablo eran escasos los domicilios donde existían congeladores para conservar alimentos por largas temporadas. Algunos embutidos, tales como chorizos o morcillas, se freían en grandes sartenes y luego se introducían en orzas de barro, hasta cubrirlos de aceite. Otros embutidos, que se prestaban a ello, eran expuestos al aire para ser secados. El último día celebrábamos el fin de la Matanza con los chicharrones que se hacían con las cortezas de tocino que se utilizaba en los embutidos.

En los tiempos actuales se va perdiendo la costumbre de la Matanza, ya que está prohibido matar en las casas. Pero aún queda gente que compra la carne y hace la matanza en su domicilio. Siempre. por supuesto. será más ecológica y sana, ya que la mezcla que se prepara para fabricar los embutidos, no llevará ningún aditivo, como seguramente sí se les pone en las carnicerías industriales.

La Matanza, tal como habéis leído, era una fiesta de olores y sabores propiamente dicha. No sólo se comía y bebía, también era la manera en la que, en aquella época, socializábamos y convivíamos.

Pepi Hoces  


domingo, 23 de febrero de 2025

HISTORIA DE LA BANDA AMIGOS DE LA MUSICA DE DÚRCAL

La Banda de Música de Dúrcal tiene sus inicios a raíz de un hecho militar. A Don Juan Megías Terrón, sacristán de Dúrcal, nacido en 1856, le toca hacer el servicio militar en el País Vasco, concretamente en Hernani, hacia el año 1876.
Es destinado a la Banda, donde se propone estudiar música y en tres o cuatro años que duró su servicio, aprendió a tocar instrumentos como piano, bombardino, trompeta y clarinete. Al licenciarse volvió a Dúrcal y pensó en montar una banda de música. Fueron dos las motivaciones para formar la banda, el amor que sentía hacia este arte y como medio para ganarse la vida. Empezó enseñando a su familia y amigos. A sus primos les enseñó a tocar los platillos, de ahí que se les quedó el apodo de “los platilleros”.
De esta forma se creó una Banda de Música que amenizaría todas las fiestas de Dúrcal y alrededores. Juan el Sacristán tenía un doble papel en la misma, músico y director. Sus hijos y nietos siguieron la tradición. El primer documento escrito que se conserva data del 1 de septiembre de 1889. Es un programa de las fiestas del Santo Cristo de la Luz de Dalías (Almería).

Tras la muerte de Don Juan en el año 1913, nadie se hizo cargo de la Banda hasta años después, cuando Don José Ruiz, maestro de la escuela de Alhendín por la mañana, maestro de música por la tarde y director de Banda por la noche, reorganiza la Banda allá por el año 1928. Después de que José Ruíz dejase la dirección, fue el requinto Don Valentín García Samos, quien, a petición del alcalde de Dúrcal, cogió el relevo. Valentín, en plena Guerra Civil, era camionero y vivía en la capital, pero el edil le ofreció un puesto de trabajo en el ayuntamiento, como escribiente, y de esta forma se trasladó a Dúrcal, donde vivió hasta su muerte en 1977.
Después de Don Valentín, desde 1945 a 1958, la dirección corre a cargo del Maestro Fernández, como era conocido Don Francisco Fernández Fernández. En esta época el ayuntamiento modifica notablemente el estatus de la Banda en municipal, pagando, no sólo la compra de partituras y el sueldo del director, sino también un salario por músico y ensayo. Después de este director vendrían: José Gutiérrez López y Plácido López Moreno quien en 1967, dejó la Banda. Durante el final de la década de los sesenta y durante los setenta, la mayoría de los músicos tuvieron que emigrar al extranjero en busca de nuevas salidas laborales, así que durante trece años la Banda quedó inactiva.
Fue en 1977, cuando la actuación de la banda de Nigüelas, en la puerta del ayuntamiento de Dúrcal, produjo un sentimiento de añoranza por la Banda y supuso un impulso por su recuperación. Entre los músicos que se encontraban allí estaban: Antonio Puerta Agustín “Antoñillo el músico”, José Melguizo ”el colorin” y Valentín García Mezcua. Valentín cuenta que se acercaron los otros dos y le dijeron: ¿Crees que seriamos capaces de reorganizar la Banda? Ellos contactaron con los músicos que quedaban en Dúrcal y con los que poco a poco iban regresando del extranjero. Montaron así una academia de música, en forma de asociación, llamándola Asociación Amigos de la Música de Dúrcal. Serafín Pérez, Miguel Molina “el Mondarin”, Antonio Augustín “Rubillo” ,Juan y Manolo "los piques "
y Valentín García, por citar algunos, comenzaron a dar clases de solfeo y seguidamente de instrumento a los niños de Dúrcal. La primera actuación de esta renovada banda se produjo en la bajada de San Blas en el año 1980. Según el listado de cobros de recibos de cuotas a socios, la Banda contaba con 60 componentes y una treintena de aprendices. Mención especial merece Valentín García, quien realizó una labor importante en los trabajos de reorganización de 1980. Enseñó solfeo y clarinete durante veintidós años a más de un centenar de niños. Además es el fundador de la Banda de Tambores y Cornetas y agrupación de majorettes “Nuestra Señora Del Carmen”. En 1981 la Junta Directiva ofreció la batuta al durqueño José González, conocido como Pepe, discípulo del Maestro Fernández y clarinete de la Banda. Estuvo en ella hasta su incorporación en la del Regimiento, donde se especializó en saxofón. Fue también saxofón en la Banda Municipal de Granada. Desde el principio de esta nueva etapa la Banda pisó firme y dos años después de su reorganización participaba en su primer festival provincial. De hecho con Pepe se participó en los tres festivales provinciales de Bandas, organizados por “Juventudes Musicales” y celebrados en el auditorio Manuel de Falla, a lo largo de los años 1982, 1984 y 1985. Dada la existencia de una Escuela de Música en Dúrcal, y para satisfacer la asignatura de conjunto instrumental, se le encarga a Don Manuel Hoces Puerta, a la sazón trombón y profesor de metal en el conservatorio Ángel Barrios de Granada, la creación de una banda infantil para desarrollo de esos alumnos.
En el año 2002 las Juntas Directivas de ambas asociaciones, la escuela de música y la Banda, reconocen que juntas pueden establecer un circuito que ofrezca a los durqueños una completa oferta musical. Así que las dos Bandas se unen en una sola y se elige como director de la nueva Banda, en Asamblea General entre los proyectos de dirección presentados, a Don Alejandro Carreras.
Es con este director con el que la Banda toca, en 2003, en Disneyland Paris, logrando todo un éxito con su actuación.
En 2005 se celebró el 125 aniversario de la Banda. Para tal efeméride se hicieron, a lo largo de todo el año, diferentes actos. Entre ellos podemos destacar la visita de la Banda Municipal de Lanzarote, hermanándose con ella. Desde entonces y hasta el día de hoy, la Banda ha contado con diferentes directores más, tales como: Don Bartolomé Pérez Botello, hasta 2.017; Don Ángel Hernández López, hasta 2018; Don Pablo Rojas hasta 2022- Actualmente la Banda está bajo la dirección de Don Alberto Vallejo.
La historia sigue y dentro de cinco años se cumplirán los 150 años de una de las Bandas mas antiguas de Andalucía.


Fuente: Antonio José Melguizo                                                 Pepi  Hoces

miércoles, 19 de febrero de 2025

COSAS CURIOSAS DEL VALLE DE LECRÍN

Valle de Lecrín, belleza virgen de Granada.

Situado al suroeste de Sierra Nevada, la comarca del Valle de Lecrín ofrece paisajes intactos, pueblos encantadores y un patrimonio milenario.

Su nombre significa “la región de la caña de azúcar” por servir esta comarca como lugar de paso hacia las plantaciones de caña de azúcar de la costa Granadina.

Hay que destacar entre muchos diez rincones preciosos para descubrir como son: 

            -Laguna del Padul

            -Plaza de Nigüelas con su Iglesia

            -Ermita del Zapato de Pinos del Valle

            -Castillo de Lojuela de Murchas

            -Los Puentes de Dúrcal

            -Castillo de Zoraya en Mondújar

            -Salto de agua del Canal de Fuga

            -Barranco Luna de Saleres

Pero esto es solo parte de lo que podemos descubrir en el Valle de Lecrín que es un lugar único en el mundo, tiene todos los climas existentes ya que parte es de una zona subtropical y parte de Sierra Nevada y en solo 15 km se pasa de una altitud de 200 m en el sur a 3011 en el Pico del Caballo.

El humedal del Padul posee gran variedad de plantas y de aves. También es de destacar la producción de cítricos con la naranja como fruta estrella que tiene su propia fiesta para hacerse conocer.

sartén de migas
Hay que visitar el Valle de Lecrín y disfrutarlo con los cinco sentidos para ello además de su rutas de senderismo, con decenas de recorridos repartidos por todo su territorio, como serian la Ruta de los Bolos en Dúrcal, la del Barranco Luna de Saleres, la Ruta del Mamut en Padul etc… su gastronomía elaborada con productos locales y recetas tradicionales, como el remojón de naranja, el puchero de cardos e hinojos, las migas de pan…..y sus exquisitos postres….todo ello junto a  su vino y aceite.

Podemos disfrutar de sus visitas culturales que nos transportan a otras épocas con sus ruinas romanas y sus castillos árabes, sus fuentes y sus aljibes, sus pilares y lavaderos….y sobre todo sus puentes.

Contamos con pueblos de calles estrechas y balcones floridos, con Iglesias y Ermitas, sus Santos Patrones y  sus fiestas. Todo un legado cultural que lo hace muy atractivo para sus visitantes.


Concha Valero



miércoles, 12 de febrero de 2025

CAPILLA REAL-IGLESIA DEL SAGRARIO

Nuestra visita a estos dos monumentos de Granada, de mano de nuestro guía Isaac, fue enriquecedora y de gran contenido. Durante unas dos horas tuvimos la suerte de recrearnos y conocer todo lo que la Capilla Real y la Iglesia del Sagrario albergan.

Capilla Real 

La primera es un panteón de ensueño, no solo es un
mausoleo, es un monumento a la grandeza, su interior brilla con un impresionante retablo mayor y una reja que hace las veces de retablo para ser admirada por el pueblo, ya que este no podía acceder donde se encontraban los sepulcros esculpidos por el italiano Domenico Fancelli y Bartolomé Ordoñez. Aunque los mausoleos de mármol lucen imponentes, los cuerpos de los Reyes Católicos, junto a los de Juana “ la loca” Felipe, “ el hermoso” y el infante Miguelito , están en una cripta más sencilla debajo.

La sacristía, que hace las veces de museo, alberga objetos personales de los Reyes de los más significativos, la espada de Fernando II de Aragón y la corona de Isabel I de Castilla, junto a una colección impresionante de pinturas flamencas y españolas de los siglos XV y XVI en la que hay un cuadro de Sandro Botticelli que eran la debilidad de Isabel.

Es una mezcla de historia, arte y leyenda que la convierten en un rincón único, al entrar es imposible no sentir el peso de la historia y la presencia de aquellos monarcas que cambiaron el destino de España y del mundo.

Iglesia del Sagrario

Un tesoro oculto entre la historia y la fe, construida en
el siglo XVIII sobre los restos de la antigua mezquita mayor de Granada, se erige como un testimonio del cambio de épocas y culturas en la ciudad, de estilo barroco con toques renacentistas, es símbolo de la transformación religiosa en Granada. Está trazada como una cruz griega, lo que significa que tiene brazos de igual longitud, creando un espacio central donde se encuentra el altar mayor. La cúpula que se eleva en el centro aporta una belleza impresionante, permitiendo la entrada de luz natural, capilla adosada a la catedral y está dedicada a la custodia de las hostias consagradas y es un lugar de adoración perpetua al Santísimo en el Sagrario.



martes, 4 de febrero de 2025

FIESTAS DE SAN BLAS 2025

 Como cada año, con el mes de Febrero, llegan las fiestas de San Blas, patrón de Dúrcal,  muy venerado por todos los durqueños.

San Blas pasa todo el año en su ermita, hasta la víspera de fiestas, que baja a la iglesia entre tracas, cohetes y demás fuegos artificiales que los durqueños le tiran para pedirle favores o “mandas”.

Este año el día del Patrón es el último día de fiestas y, aunque caiga en lunes, será un día lleno de música, fuegos artificiales y como no, la procesión. Pero los tres días anteriores también estarán llenos de actividades lúdicas, deportivas, gastronómicas y religiosas.

Se cuenta que San Blas, hace muchos años, impidió que durante una gran tormenta se inundara parte del casco antiguo de Dúrcal. También , según las leyenda, evitó que ardiese el camión de un transportista de Lanjarón, a principio del siglo pasado, cuando subiendo desde Granada, por la carretera cercana a la ermita de San Blas, su camión empezó a arder y dirigiendo la vista a la ermita pidió a San Blas que le posibilitará el agua necesaria para apagar las llamas. Cuentan que en ese momento empezó a llegar agua por la cuneta y hasta dos cubos con los que apagar el fuego.

La ermita de San Blas data del año 1448, como se indica en una loza de cerámica, que se encontró con la fecha de construcción. En su recinto también se encuentra la imagen de San Isidro Labrador. En 1919 la ermita fue utilizada como hospital de campaña, durante una gran epidemia de tifus.

San Blas  fue médico, obispo y mártir y se le atribuyen multitud de milagros. Es tanta la fe que le tienen los durqueños, que todas las fiestas de San Blas se reparten lazos rojos que se pasan por las manos del santo, lazos que la tradición dice que te cuidan la garganta.

San Blas permanecerá en la iglesia hasta el día 19 de Marzo,  día en el cual vuelve a su casa, a su ermita, donde esperará otro año para pasearse por las calles de nuestro pueblo.


  Pepi Hoces y María Moreno