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martes, 11 de marzo de 2025

MONASTERIO DE LA CARTUJA



A primeros del siglo XV los monjes Cartujanos decidieron ampliar su orden y entre 1504 y 1506 se deciden en hacer un convento en Granada. Escogen Granada por varias razones, primero que era una ciudad emergente al hacer poco tiempo que fue conquistada, y que Don Gonzalo Fernández de Córdoba, les daba los terrenos y correría con los gastos de la construcción del monasterio, con la única condición que tenían que hacer una capilla donde descansarían sus restos y la de toda su familia.

El lugar elegido por el Gran Capitán, eran unas tierras que los Reyes Católicos le habían concedido por su participación en la guerra de Granada, en esas tierras cercanas a Granada en una inclusión nocturna, fueron sorprendidos por tropas moras y casi pierde la vida, gracias a que un servidor se interpuso a la lanza que le lanzaron. Por eso él consideraba ese lugar como el que volvió a nacer, y él quería que en ese lugar se construyera el monasterio y su lugar de descanso eterno.

Pero a los monjes no les parecía el sitio más apropiado por su lejanía de la ciudad, y el difícil acceso para acarrear materiales, por eso decidieron construirlo más cerca de la ciudad fuera de sus tierras, donde actualmente está.  Don Gonzalo Fernández de Córdoba se enfadó por su decisión, retirándose del proyecto.

El monasterio se empezó a construir en 1506 y era mucho más grande de como es en la actualidad.
Según se ve en la maqueta que hay en su interior, al lado izquierdo de la entrada estaba el pabellón de los monjes legos, que eran aquellos que aunque no llevaban el hábito monásticos completo vivían una vida religiosa y estaba dedicado a la oración y el trabajo, pero no eran sacerdotes. Y dentro en el claustro (que ya no existe) estaban las celdas de los 26 frailes curas, cada uno tenía pegada a su celda un huerto según se ve en la maqueta donde trabajaban en soledad y silencio, cultivando las verduras que servían para su alimentación que consistía en verduras pan y pescado. Toda la semana vivían aislados y tenían la obligación de celebrar una misa diaria solos, y los domingos se hacía reunión de frailes y legos, comían juntos y si alguien necesitaba algo se lo decía al de su lado y este era el que podía pedirlo. 


Una vez que entras en el recinto nos encontramos con una gran explanada y antes de subir las escaleras pasamos por un empedrado de varias figuras  entre ellas el escudo de Carlos V, este se cree que es el primer empedrado de Granada.

Al entrar en el monasterio nos encontramos con un gran patio interior,
plantado de arrayanes naranjos y una fuente central rodeada de soportales con columnas de mármol que dan acceso a las diferentes estancias. 

Entrando a la izquierda nos encontramos cuatro celdas capillas que eran de los cuatro frailes que supervisan las obras del monasterio. En la sala Capítulo de Monjes que nos la encontramos a continuación, es una sala renacentista donde se reunían los padres monjes, en el centro de la sala hay una estatua de San Bruno (fundador de la orden) de José Mora y a su lado la virgen del Rosario

 talla de José Ruiseño que está hecha de madera por un escultor que trabajaba el mármol y el barro, y en el otro lado tenemos un Ecce Homo en terracota del siglo XVI de los hermanos García. En el lado opuesto está la maqueta del convento de cómo estaba en su inicios y un cuadro de Vicente Carducho que representa una cruz se inclina al paso de un monje, y al lado está la Virgen dándole las gracias al monje por mantener la tradición de inclinar la cabeza cada vez que pasa por un cristo crucificado.

Al lado se encuentra la sala Capítulo de Legos donde se reunían los monjes Legos.

Se continua por la galería del patio y llegamos a la sala de Profundis esta sala era utilizada para oraciones y ceremonias religiosas dedicadas a los monjes fallecidos. En la sala hay un enterramiento que se cree que es de un caballero 24 que puede ser el que financió parte de la obra del monasterio. Ahí apreciamos el cuadro de Fray Juan Sánchez Cotán, de este fraile hay muchas pinturas en el monasterio la obra que cubre toda la pared es un Trampantojo como si fuera el presbiterio del altar

(el Trampantojo es una técnica artística que busca crear una ilusión óptica haciendo que algo plano parezca tridimensional y real.

Desde aquí pasamos al refectorio que es donde los monjes se reunían a comer está rodeado de cuadros y preside la sala un gran cuadro representando la Santa Cena y una cruz pintada con la técnica Trampantojo, pintados por fray Juan Sánchez Cotán.

De vuelta otra vez al corredor del patio por una puerta lateral se accede a la iglesia del monasterio de estilo gótico, donde quedamos impresionados por las maravillas artísticas que nuestro guía Isaac nos estuvo explicando con todo lujo de detalles.

 La iglesia está dividida en tres zonas, la primera para el pueblo separada por una gran reja, la segunda para los monjes legos que se separa de los monjes con dos altares y una gran puerta de taracea que se atribuye a José de Bada, que destacan por su riqueza decorativa. El presbiterio es una de las partes más impresionantes de la iglesia, y da paso al sagrario. Esta obra la empezó el fraile cartujo Fray Juan de la Asunción que era más decorador que constructor y presentaba poca estabilidad, por eso llamaron al maestro de obra Francisco Hurtado Izquierdo.
La Sacristía presenta ciertos interrogantes respecto a su autoría. Su construcción se inició en 1732, probablemente sobre un proyecto de Hurtado Izquierdo. Se baraja el nombre de José de Bada arquitecto granadino continuador de la empresa comenzada por el arquitecto cordobés, mármoles, estuco, carpintería de taracea y pintura unidos por medio de la luz, se considera una de las sacristías más bonitas del mundo.
                     Francisco Garzón